2005-01-10

Otro modo de justificar estas palabras

Como señalo en la reseña biográfica, nací donde buenamente pudieron acogerme mis padres que, casualmente, fue tierra donde enraizaron los ascendientes paternos. Al fin resultó que nací español.
Esta circunstancia no es buena ni mala -o, mejor, no debiera serlo- pero, lamentablemente, nuestro mundo no es homogéneo y su diversidad, buena por muchos motivos, provoca injustas discriminaciones. Las discriminaciones naturales contribuyen en buena medida a esa diversidad y rara vez causan trastornos insalvables, aunque se producen: unas veces con exterminio de individuos o especies, otras veces con transformaciones radicales o mutaciones, pero en la mayoría de las ocasiones la adaptación permite una mejora en el proceso evolutivo de la propia naturaleza.

Pero están las otras discriminaciones derivadas de nuestras convenciones sociales. Y, como consecuencia, las circunstancias intranscendentes, como el hecho de haber nacido español, se transforma en un mal.


Y cuantas más convenciones se crean, más motivos, o al menos más ocasiones, hay para que surjan discriminaciones.
Al fin y al cabo, la sociedad no es mucho más que una maraña de relaciones regulada por convenciones.

Y justifico la creación de este cuaderno para defenderme como soy y confirmarme en lo que quiero ser.