Un ruin entre los grandes
Ciudad del Vaticano, 8 de abril de 2005.
El mundo entero estaba concentrado en esa pequeña ciudad estado, capital del mundo, para despedir a una de las más grandes personalidades en la historia contemporánea de todas las civilizaciones que pueblan la Tierra.
Por unas horas se encontraron los poderosos del planeta, dando cumplida representación de todas las razas, creencias y naciones. Allí se hallaban próximos los que son enemigos declarados, ahora unidos en el reconocimiento respetuoso ante la imponente personalidad del Papa Juan Pablo II.
Entre esas personalidades también se contaba el actual Presidente del Gobierno del Reino de España, que ridículamente presume de proponer al mundo una inexplicada alianza de civilizaciones. Este personaje menor del gran teatro del mundo, que en su patria se enfrenta a la institución ante la cual ahora se postra junto a otros poderosos más honestos, que ofende a quienes han seguido y aclamado al hombre de reconocida grandeza que allí tiene reunidas a todas las naciones. Este personaje mezquino y ruin en reconocer la grandeza de los grandes, es además fatuo e ignorante al no percatarse de que el hombre que representa verdaderamente al unidad del mundo se ha cruzado en su camino y él lo ha despreciado.
Ese gesto ha engrandecido al grande y ha empequeñecido al mezquino.
Que se abstenga en el futuro de impostar la voz para falsear, mentir o embaucar.
Lamento que ese personaje mezquino sea actualmente el Presidente del Gobierno de mi patria.
Por unas horas se encontraron los poderosos del planeta, dando cumplida representación de todas las razas, creencias y naciones. Allí se hallaban próximos los que son enemigos declarados, ahora unidos en el reconocimiento respetuoso ante la imponente personalidad del Papa Juan Pablo II.
Entre esas personalidades también se contaba el actual Presidente del Gobierno del Reino de España, que ridículamente presume de proponer al mundo una inexplicada alianza de civilizaciones. Este personaje menor del gran teatro del mundo, que en su patria se enfrenta a la institución ante la cual ahora se postra junto a otros poderosos más honestos, que ofende a quienes han seguido y aclamado al hombre de reconocida grandeza que allí tiene reunidas a todas las naciones. Este personaje mezquino y ruin en reconocer la grandeza de los grandes, es además fatuo e ignorante al no percatarse de que el hombre que representa verdaderamente al unidad del mundo se ha cruzado en su camino y él lo ha despreciado.
Ese gesto ha engrandecido al grande y ha empequeñecido al mezquino.
Que se abstenga en el futuro de impostar la voz para falsear, mentir o embaucar.
Lamento que ese personaje mezquino sea actualmente el Presidente del Gobierno de mi patria.
1 Comentarios:
Hola.
Muy bueno tu blog.
Hoy he actualizado mi lista de enlaces y lo he incluido en ella.
Un saludo.
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