2005-05-20

Un rey para España

El artículo de Pablo Molina en Libertad Digital a propósito de los silencios del Rey de España en los actuales momentos -cruciales- de la política española, confirma mi pesimismo acerca del futuro de la patria que me vio nacer.
Este rey nuestro está como el emperador del cuento de Andersen, pero aquí todavía no ha aparecido ningún inocente capaz de revelarnos el engaño.

Lo triste es constatar que ahora tenemos un Gobierno que muchos -la gran mayoría- cree -iba a decir que piensa, pero no es cierto- que nos merecemos, y que no gobierna. Y tenemos un rey que no hace nada. Poco trabajo le dan estos socialistas, que todavía no han sometido ninguna ley a su refrendo ¿o estoy errado? Mas, él está encantado con ser uno de los primeros monarcas en refrendar una ley para banalizar la familia tradicional, equiparando una aberración social al matrimonio. Él estará encantado en refrendar leyes que pulvericen la España que constituye la esencia de su dignidad, cuando España esté rota que haga el favor de irse con el cachito que se separa, que no nos ofenda ni humille con su presencia en la tierra que no es capaz de defender.
Temo que no está lejos el día que tenga que oír las palabras que se le pudieron haber dirigido al triste Boabdil.