Bono, ¡ven!
La manifestación del 4 de junio de 2005, en Madrid, pasará a la historia del periodismo televisivo como el ejemplo de la más ominosa jornada informativa de la España democrática.
Según las cuentas de la Delegación del Gobierno (cuyo titular es Constantino Méndez, personaje que no conviene olvidar) unas 240.000 personas se congregaron en Madrid para recordar al gobierno socialista de Rodríguez: Por ellos, por todos, Negociación en mi nombre ¡No!
Otros contabilizan mejores resultados, llegando otros a superar los 800.000 manifestantes y algunos, incluso rozan el millón de asistentes.
Pero sobre todo este desajuste de cómputos, siempre comprensible, destaca la omisión de cobertura informativa a lo que ha sido un verdadero clamor popular. Silenciado, ocultado e ignorado, pero clamor verdadero del compromiso de la sociedad reclamando a su Gobierno que promueva la dignidad de las víctimas -aunque el Gobierno quiera dignificar más a los criminales-, que mantenga la memoria y el recuerdo de las víctimas -aunque el Gobierno pretenda infamemente pasar página y olvidarse de las personas que murieron asesinadas a manos de los que ahora se convierten en interlocutores de su negociación con el terror-, y que imparta la justicia que todo Estado de Derecho exige para ser libre y justo -aun cuando sea el mismo Gobierno que desoye estos clamores el que propicia el incumplimiento de las leyes o insta a su modificación para beneficio de los criminales.
Por todo ello, he echado de menos la asistencia del minijtro Bono a la manifestación del 4 de junio. Porque el minijtro Bono, allá donde esté, se convierte en estrella y en centro del espectáculo. Y su asistencia habría garantizado un éxito rotundo a la cobertura informativa del evento.
Pero ha faltado el minijtro Bono, han faltado los Bardem, han faltado los chicos de Llamazares, han faltado los de Animalario, los compañeros de Zerolo, los solidarios de Mendiluce, los de Medem, las chicas y chicos de Almodóvar...
Y faltando tantos... tantos, sólo han quedado cuatro gatos: 240.000 según el contador de la Delegación de Gobierno.
Ahora sólo hay que instar su detención... preventiva, por si acaso...
¿Este es el Gobierno para todos? ¿El del talante -bueno o malo- y el diálogo?
Según las cuentas de la Delegación del Gobierno (cuyo titular es Constantino Méndez, personaje que no conviene olvidar) unas 240.000 personas se congregaron en Madrid para recordar al gobierno socialista de Rodríguez: Por ellos, por todos, Negociación en mi nombre ¡No!
Otros contabilizan mejores resultados, llegando otros a superar los 800.000 manifestantes y algunos, incluso rozan el millón de asistentes.
Pero sobre todo este desajuste de cómputos, siempre comprensible, destaca la omisión de cobertura informativa a lo que ha sido un verdadero clamor popular. Silenciado, ocultado e ignorado, pero clamor verdadero del compromiso de la sociedad reclamando a su Gobierno que promueva la dignidad de las víctimas -aunque el Gobierno quiera dignificar más a los criminales-, que mantenga la memoria y el recuerdo de las víctimas -aunque el Gobierno pretenda infamemente pasar página y olvidarse de las personas que murieron asesinadas a manos de los que ahora se convierten en interlocutores de su negociación con el terror-, y que imparta la justicia que todo Estado de Derecho exige para ser libre y justo -aun cuando sea el mismo Gobierno que desoye estos clamores el que propicia el incumplimiento de las leyes o insta a su modificación para beneficio de los criminales.
Por todo ello, he echado de menos la asistencia del minijtro Bono a la manifestación del 4 de junio. Porque el minijtro Bono, allá donde esté, se convierte en estrella y en centro del espectáculo. Y su asistencia habría garantizado un éxito rotundo a la cobertura informativa del evento.
Pero ha faltado el minijtro Bono, han faltado los Bardem, han faltado los chicos de Llamazares, han faltado los de Animalario, los compañeros de Zerolo, los solidarios de Mendiluce, los de Medem, las chicas y chicos de Almodóvar...
Y faltando tantos... tantos, sólo han quedado cuatro gatos: 240.000 según el contador de la Delegación de Gobierno.
Ahora sólo hay que instar su detención... preventiva, por si acaso...
¿Este es el Gobierno para todos? ¿El del talante -bueno o malo- y el diálogo?
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