2005-12-21

Decepción

Decepción con el Partido Popular.
Una vez más, el acoso a las libertades en España se propugna desde los territorios periféricos, centrípetos, desintegradores y rupturistas en el más amplio sentido (social, económico, histórico, político -incluido el régimen regulador del Estado-, etc.); en esta ocasión, desde Cataluña.
En esta ocasión, por causa de la libertad de expresión, de opinión, de pensamiento...
En esta ocasión, con la inexplicable complicidad y el apoyo del Partido Popular.
En Cataluña, desde la defenestración de Aleix Vidal Cuadras, el Partido Popular no ha mantenido una homogeneidad ideológica coherente con el resto del Partido Popular.
La coherencia y la dignidad que ha representado el Partido Popular en el País Vasco se ha mantenido incólume independientemente de las personas que se hayan hecho cargo de afrontar los peligros contra la libertad y la democracia en esas tierras castigadas por el odio, la violencia y la aversión contra la idea de España. No ha sido así en Cataluña.
Hoy una vez más se apura la última gota del licor que excita el ansia de poder. Embriagados por ese licor, se desprecian incluso los principios más nobles por los que merece la pena luchar y sacrificarse. Se olvidan, por una borrachera embrutecedora, los fundamentos de nuestra propia existencia, o se invierten los valores... se descompone nuestra percepción del mundo real y se desintegra la vida racional.
Algo así le sucede al PPC, distanciado, alejado de la realidad y de su propia forma de ser.

Desde este cuaderno, que mantiene una postura de apoyo a Mariano Rajoy, hoy se tiene que reclamar más firmeza del líder del Partido Popular, para mantener la coherencia y la sensatez del partido en toda España. Por la dignidad y el respeto que merecen los valores en los cuales creemos quienes damos nuestra confianza a sus personas.
Para que ese apoyo se mantenga, exigimos responsabilidad y respeto a los compromisos adquiridos con los electores.