2005-11-02

El gobierno contra la COPE

Cristina López Schlichting
Publicado en La Razón (28-10-2005), lo reproduce Análisis Digital. Sin embargo, no podemos consentir que unas ofensivas actitudes gubernamentales -aun cuando se trata de un gobierno democráticamente elegido-, hostiguen y pretendan intimidar y acallar las voces discrepantes.

Los trabajadores de COPE hemos escuchado con asombro las declaraciones del ministro de Industria acusándonos de «cavar trincheras» e «incitar al odio, la división y la confrontación» en el debate sobre el Estatuto de Cataluña. Que el Gobierno señale y estigmatice a un medio de comunicación tiene resabios de república bananera, aires cubanos o marroquíes, aromas de sitios donde los libros son expurgados y los periódicos, radios y televisiones censurados. Respeto los puntos de vista de don José Montilla, de hecho la pluralidad de los medios de comunicación permite que las personas se identifiquen con unas cadenas u otras. Además puedo entender que no le guste la cerrada defensa que de la unidad de España y la solidaridad entre territorios se ha hecho en COPE (postura que sí comparten destacados socialistas como Alfonso Guerra, Juan Carlos Ibarra, José Bono, Francisco Vázquez o Juan Alberto Belloch), lo que me parece inaudito es que lo exprese en público y nos anatematice desde el poder. Este señor es ministro de la Nación, ministro de todos, también ministro nuestro y ahora nos sentimos perseguidos por un Gobierno que, no lo olvidemos, tiene la llave de la publicidad institucional o de las concesiones de postes radiofónicos. Me temo que con todo esto hemos entrado en una nueva fase. Hace tiempo que los incrementos de audiencia de nuestra cadena alarman a ciertos rivales –y signo de esta inquietud son los ataques, corporativos y personales, en otros medios, confidenciales y libelos– pero que un miembro del Ejecutivo nos señale abiertamente constituye un paso atrás en la democracia. Para más INRI, y de forma cobarde, arremete don José Montilla contra la Conferencia Episcopal, accionista mayoritario de la cadena, y acusa a los obispos de permitir la difusión de valores contrarios al cristianismo. No deja de sorprenderme esta faceta teológica del ministro, sobre todo teniendo en cuenta que, sólo en LA RAZÓN, han defendido la unidad de España monseñor Cañizares, arzobispo de Toledo y primado de España; monseñor Juan Antonio Reig, obispo de Segorbe-Castellón; monseñor García-Gasco, arzobispo de Valencia; monseñor Estepa; monseñor Gea y monseñor Vicente Juan, obispo de Ibiza. Pero es que además COPE nunca ha pretendido ser portavoz de la Conferencia Episcopal. Fiel a su generosidad originaria y a la profunda defensa que hace de la libertad, la Iglesia ha diseñado esta radio como una empresa independiente de sus propietarios –cosa que no se puede decir de otras–, que alberga comunicadores distintos con mentalidades diferentes. Jamás hemos recibido instrucciones de Añastro. Pensamos y decimos en libertad y nunca se nos ha coaccionado. Acostumbrados a esta libertad no vamos a achantarnos ahora ante las amenazas de este Gobierno.