Pueblo vil y mezquino
Manifestación de las víctimas del terrorismo contra la negociación del gobierno con los terroristas.
Madrid, 25 de febrero de 2006.
En mi nombre ¡no!
Madrid, 25 de febrero de 2006.
En mi nombre ¡no!
Centenares de voces, miles de gritos, centenares de miles de víctimas negándole al presidente Rodríguez que se apropie de su dolor, de su sufrimiento para saldar con los asesinos inconfesables deudas.
La dignidad de las personas que han sufrido la dentellada del terror criminal de los etarras, o del resto de los cobardes asesinos que se esconden tras unos espurios argumentos para reivindicar inexistentes derechos, debería ser la primera preocupación de un gobierno democrático investido de legitimidad para defender el derecho a la memoria y a la justicia.
Sin embargo, el gobierno de Rodríguez lejos de defender a los débiles, a los que sufren y son constantemente acosados por los criminales, se propone canjear todas las esperanzas rotas, todos los sueños destrozados, con la venganza de los asesinos.
El 25 de febrero, han sido muchos, muchos, los que han querido estar junto a las víctimas, reclamando la memoria de los asesinados, la dignidad de los que sufren y clamando justicia.
Sin embargo, somos un pueblo miserable y mezquino, porque sólo una pequeña parte del pueblo que legitima al gobierno, ha decidido acompañar a las víctimas, a los débiles, a los humildes, a los que sufren...
Miserable pueblo, y mezquino, que se olvida de quienes han entregado todo por nosotros.
Miserables y mezquinos todos los que no hemos acompañado a las víctimas.
Viles, sin embargo, quienes se regodean, junto a los criminales, porque no hayamos sido más alzando la voz junto a las víctimas.
La dignidad de las personas que han sufrido la dentellada del terror criminal de los etarras, o del resto de los cobardes asesinos que se esconden tras unos espurios argumentos para reivindicar inexistentes derechos, debería ser la primera preocupación de un gobierno democrático investido de legitimidad para defender el derecho a la memoria y a la justicia.
Sin embargo, el gobierno de Rodríguez lejos de defender a los débiles, a los que sufren y son constantemente acosados por los criminales, se propone canjear todas las esperanzas rotas, todos los sueños destrozados, con la venganza de los asesinos.
El 25 de febrero, han sido muchos, muchos, los que han querido estar junto a las víctimas, reclamando la memoria de los asesinados, la dignidad de los que sufren y clamando justicia.
Sin embargo, somos un pueblo miserable y mezquino, porque sólo una pequeña parte del pueblo que legitima al gobierno, ha decidido acompañar a las víctimas, a los débiles, a los humildes, a los que sufren...
Miserable pueblo, y mezquino, que se olvida de quienes han entregado todo por nosotros.
Miserables y mezquinos todos los que no hemos acompañado a las víctimas.
Viles, sin embargo, quienes se regodean, junto a los criminales, porque no hayamos sido más alzando la voz junto a las víctimas.
1 Comentarios:
Es lo difícil de organizar a las personas que sólo saben trabajar por sacar el país. De pronto miran a la calle y ven que ese país ya no es el suyo.
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