¿Europa para los europeos?
A vueltas con el Tratado para la Constitución europea, todo cuanto me inquieta se hace presente. Uno de esos carteles que informan sobre el procedimiento del referendum, pretende implicarnos en el compromiso para constituir un mundo mejor, anunciando que ese texto garantizará el derecho a la libre expresión -o algo así- y el rostro que lo ilustra es, ni más ni menos que el del buen amigo Iñaki Gabilondo. Equivocado estaba yo creyendo que nuestro texto constitucional del año 1978 ya establecía esa garantía. Creía yo que España, como un Estado moderno y democrático, asumía el respeto a los derechos fundamentales del hombre -vale decir también de la mujer, de los niños y niñas, de los ancianos y ancianas..., de todos menos, tal vez, de los nonatos-, pero va a resultar que sólo ahora, con lo socialistas al frente del Gobierno y de cabeza en Europa -en cabeza de la cola de Europa-, se van a garantizar las libertades y el estado de derecho que ya establecía nuestra Constitución desde hace 25 años.
Y no estoy tan seguro.
Repito, no estoy tan seguro porque todo me parece demasiado falso... artificioso y afectado. Tan postizo como los decorados falsos de las películas de serie B.
El ejemplo más llamativo está en el papel que juega J. Cruyff en la propaganda institucional de apoyo al, podemos omitir Referendum, Tratado.
Cruyff destaca la defensa, o el apoyo, no sé, de Europa para garantizar la paz.
Y, estremecido, recuerdo que algo así pretenden en España también los vascos que apoyan los planes secesionistas o directamente a los terroristas. Entonces se ha aludido a la paz... ¡de los cementerios!
Y resulta extraño, sin encaje posible en la lógica de los hechos recientes, que se señale la defensa de la paz por parte de Europa, cuando, de la mano de Alemania y Francia, no sólo se omite todo apoyo a la estabilización de las zonas con conflictos armados, sino que son parte interesada en mantenerlos, cuando no en provocarlos directamente. No todos. No siempre. Pero sorprende que sólo exista un culpable al cual sea fácil achacar todos los males, y se encuentre al otro lado del Atlántico.
Francia estuvo en el origen del dramático enfrentamiento entre tutsis y hutus. Francia estuvo en el origen de las revueltas de Costa de Marfil, Sierra Leona... Francia está presente en todos los berenjenales del continente africano.
Francia ha contribuido a sostener a los dictadores que si por algo destacan es por sus tendencias genocidas y brutales represalias frente a los opositores, o a la población en general.
Y qué decir de Alemania. El trágico proceso desintegrador en los Balcanes, quizás no hubiese resultado tan cruento de no haber primado el interés germano en dirigir el conflicto.
Pero lo que deja en evidencia esta afectada posición de Europa en defensa de la paz, es la más abyecta omisión de ayuda a los procesos de estabilización y apoyo a la instauración de las libertades y nuevas democracias en paises con regímenes dictatoriales.
Baste una referencia: Iraq.
O dos: Afganistán.
O tres: el conflicto entre Israel y Palestina.
O...
Un Tratado vacuo. Después podremos entretenernos en redactar un nuevo texto para una Constitución de las Naciones Unidas. Al alimón entre Giscard y Annan, con la inestimable ayuda de Chávez, Kim Jong, Castro, Obiang...
Y no estoy tan seguro.
Repito, no estoy tan seguro porque todo me parece demasiado falso... artificioso y afectado. Tan postizo como los decorados falsos de las películas de serie B.
El ejemplo más llamativo está en el papel que juega J. Cruyff en la propaganda institucional de apoyo al, podemos omitir Referendum, Tratado.
Cruyff destaca la defensa, o el apoyo, no sé, de Europa para garantizar la paz.
Y, estremecido, recuerdo que algo así pretenden en España también los vascos que apoyan los planes secesionistas o directamente a los terroristas. Entonces se ha aludido a la paz... ¡de los cementerios!
Y resulta extraño, sin encaje posible en la lógica de los hechos recientes, que se señale la defensa de la paz por parte de Europa, cuando, de la mano de Alemania y Francia, no sólo se omite todo apoyo a la estabilización de las zonas con conflictos armados, sino que son parte interesada en mantenerlos, cuando no en provocarlos directamente. No todos. No siempre. Pero sorprende que sólo exista un culpable al cual sea fácil achacar todos los males, y se encuentre al otro lado del Atlántico.
Francia estuvo en el origen del dramático enfrentamiento entre tutsis y hutus. Francia estuvo en el origen de las revueltas de Costa de Marfil, Sierra Leona... Francia está presente en todos los berenjenales del continente africano.
Francia ha contribuido a sostener a los dictadores que si por algo destacan es por sus tendencias genocidas y brutales represalias frente a los opositores, o a la población en general.
Y qué decir de Alemania. El trágico proceso desintegrador en los Balcanes, quizás no hubiese resultado tan cruento de no haber primado el interés germano en dirigir el conflicto.
Pero lo que deja en evidencia esta afectada posición de Europa en defensa de la paz, es la más abyecta omisión de ayuda a los procesos de estabilización y apoyo a la instauración de las libertades y nuevas democracias en paises con regímenes dictatoriales.
Baste una referencia: Iraq.
O dos: Afganistán.
O tres: el conflicto entre Israel y Palestina.
O...
Un Tratado vacuo. Después podremos entretenernos en redactar un nuevo texto para una Constitución de las Naciones Unidas. Al alimón entre Giscard y Annan, con la inestimable ayuda de Chávez, Kim Jong, Castro, Obiang...
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