¡Palabra de Presidente!
En mi niñez, cuando afirmábamos puerilmente algo que resultaba sorprendente, o cuando asumíamos -no menos puerilmente- algún compromiso ante nuestros compañeros de juegos, solíamos emplear la expresión ¡palabra de honor!.
Eran otros tiempos...
Hoy está el Presidente de una parte de los españoles -esa parte de españoles que no quiere reconocerse con la esencia de Europa y de España-, en China.
Ayer, obligada por las circunstancias, dimitía la Consejera responsable en Castilla La Mancha, de la gestión en la lucha contra los incendios que ha resultado incapaz de coordinar los medios para evitar la propagación de una tragedia que ha supuesto que más de 13.000 hectáreas se hayan quemado, pero sobre todo, que ha terminado con la muerte de once personas que colaboraban en la extinción del fuego.
Hoy, desde China, el Presidente arremete contra la política y la actitud de la oposición, representada exclusivamente por el Partido Popular, como todo contrapoder desde el Estado, al Gobierno.
Sorprende que se pronuncie este Presidente tan rápidamente sobre la dimisión de una correligionaria. ¡Desde China!
Sorprende porque tardó cuatro días en balbucear excusas en relación con el drama vivido por las poblaciones afectadas por el incendio de Guadalajara.
Sorprende porque no se ha dignado a acompañar a las familias golpeadas por el dolor y a tantas personas afectadas en una provincia limítrofe con Madrid.
Sorprende porque presume de talante y de representar al gobierno del diálogo.
Triste y pobre la palabra del Presidente Rodríguez.
Que está en China, como podía estar en Babia.
Eran otros tiempos...
Hoy está el Presidente de una parte de los españoles -esa parte de españoles que no quiere reconocerse con la esencia de Europa y de España-, en China.
Ayer, obligada por las circunstancias, dimitía la Consejera responsable en Castilla La Mancha, de la gestión en la lucha contra los incendios que ha resultado incapaz de coordinar los medios para evitar la propagación de una tragedia que ha supuesto que más de 13.000 hectáreas se hayan quemado, pero sobre todo, que ha terminado con la muerte de once personas que colaboraban en la extinción del fuego.
Hoy, desde China, el Presidente arremete contra la política y la actitud de la oposición, representada exclusivamente por el Partido Popular, como todo contrapoder desde el Estado, al Gobierno.
Sorprende que se pronuncie este Presidente tan rápidamente sobre la dimisión de una correligionaria. ¡Desde China!
Sorprende porque tardó cuatro días en balbucear excusas en relación con el drama vivido por las poblaciones afectadas por el incendio de Guadalajara.
Sorprende porque no se ha dignado a acompañar a las familias golpeadas por el dolor y a tantas personas afectadas en una provincia limítrofe con Madrid.
Sorprende porque presume de talante y de representar al gobierno del diálogo.
Triste y pobre la palabra del Presidente Rodríguez.
Que está en China, como podía estar en Babia.
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