2005-09-05

Bono... medallas aparte.

Hizo del trágico accidente de un avión una cuestión de Estado, para exaltación de su gestión futura en el que ha convertido su minijterio. Con él, quedaría en evidencia la nefasta gestión de su predecesor. No escatimó esfuerzos: convocó a los familiares de los fallecidos para que escarbaran entre los restos de los muertos.

Pero los accidentes no los gestiona ningún ministro, si acaso loj manipula algún minijtro.
Y llegó un fatídico día de agosto... y se estrelló un helicóptero del ejército en Afganistán. Allí donde, Bono y Rodríguez, estamos en paz contra el terrorismo. Con 17 españoles muertos, sin saber por qué, ni para qué, ni cómo.

Y llegó un fatídico dos de septiembre de 2005 y se estrelló un avión del ejército en España, en Baeza -Jaén-. Y murió un capitán del Ejército del Aire, pero murieron también dos civiles -una mujer y su bebé de 8 meses.
Y los restos de las personas que han muerto en ese accidente ya no le interesan al minijtro Bono.

Minijtro, minijtro, unas preguntas:
- ¿Qué misión desarrollaban los Cougar en Afganistán el 16 de agosto?
- ¿Qué armamento portaba el helicóptero en el momento del accidente?
- ¿En qué condiciones se encontraba el piloto fallecido?
- ¿Con qué experiencia contaba el piloto?
- ¿Estaba sobrecargado el helicóptero?
- ¿Se encontraba en perfecto estado de funcionamiento el aparato siniestrado?
- ¿Se produjo el accidente en territorio hostil?
- ¿Se recuperaron los cuerpos íntegros de los fallecidos?

Y sin embargo, el partido que representa toda la oposición política al Gobierno, no actúa con la suficiente diligencia ni inteligencia. Así de claro lo deja de manifiesto Federico Jiménez Losantos en su artículo en Libertad Digital.