2005-06-14

Los españoles, con las caras desencajadas


A propósito del Editorial de LIBERTAD DIGITAL

Tengo ya dicho que uno de los más infames crímenes cometidos por la banda de asesinos oriunda de las tierras vascas -esa banda de criminales que tanto enorgullece a los vascos más despreciables, y entiéndase que es pura retórica porque todos los actos criminales, todas las acciones protagonizadas por los infames son infames-, es precisamente el que recuerda el editorialista de Libertad Digital con estas palabras:
El 30 de enero de 1998, ETA dejaba huérfanos de padre y madre a tres niños de corta edad, al asesinar de un tiro en la cabeza a sus jóvenes padres en una céntrica calle sevillana. Pocos días después del salvaje asesinato del matrimonio Jiménez Becerril, el terrorista preso, José Ignacio de Juana Chaos, escribía una carta desde la cárcel en la que decía: “Me encanta ver las caras desencajadas de los familiares en los funerales. Aquí, en la cárcel, sus lloros son nuestras sonrisas y acabaremos a carcajada limpia. Esta última acción de Sevilla ha sido perfecta; con ella, ya he comido para todo el mes."
Pero es que ese tal De Juana Chaos, que estará libremente paseando por las calles de una tierra vasca no sólo no se ha arrepentido de sus crímenes, sino que ha seguido justificando el terror como medio para lograr sus fines. Aun cuando parezca ignorar la diferencia entre medios y fines, aspecto que tienden a olvidar ya demasiados en esta sociedad del relativismo y con total desprecio hacia la vida, la ética, la moral...

Desgraciado pueblo el que enaltece y prodiga honores a gentes con insensato talante.