¿Un Gobierno "quemado"?

El Presidente del Gobierno de todos los españoles, aunque no haya sido capaz de gobernar para todos los españoles, seguramente ya disfruta de sus vacaciones. O tal vez está en alguna cumbre política de trascendencia planetaria, universal. Porque se ha producido una tragedia en el Reino de España y el Sr. Rodríguez no aparece.
La trágica muerte de once personas que formaban un retén de extinción de incendios en Guadalajara, no son motivo suficiente para alterar los planes del Presidente.
Quizás no se encuentre de caza como le sucediera al Sr. Fraga cuando se produjo la catástrofe del Prestige, que entonces sí hubo motivo para desacreditar a todo el Gobierno de España, a todas las autoridades de la Xunta, incluso a todos los militantes, votantes y simpatizantes del Partido Popular.
Ahora, cuando las autoridades que han de gestionar las labores de extinción son afines a la izquierda -Gobierno, Delegación del Gobierno, Junta-, la mala suerte es la única responsable de la tragedia.
Grave sería que se confirmaran los rumores sobre el rechazo a la ayuda ofrecida desde la vecina Comunidad de Madrid para colaborar en la extinción del fuego, mientras el Gobierno solicita ayuda a Francia.
El gabinete de crisis, con ausencia del Presidente, tampoco sería legal con las propuestas disparatadas del Gobierno, porque no es paritario: preside la Vicepresidenta y lo constituyen tres ministras y dos ministros -bueno, un ministro y el minijtro.
Por cierto que según justifica el minijtro, los medios que él gestiona como Ministro de Defensa -humanos y materiales-, sólo si se lo piden acuden a socorrer.
Enlaces a las noticias:
Mala suerte.
Gabinete de crisis.
Ayuda del Ejército.

P.S.
Resulta que el Sr. Rodríguez no tenía cita en ninguna cumbre internacional, sino con la Ejecutiva Federal de su partido. Hoy tampoco le tocaba gobernar España, hoy, los acontecimientos le permitían delegar en la Vicepresidenta primera, que para eso es ministra sin cartera. Porque, además, ella es muy diligente y sabe cómo hay que organizar el Estado para evitar esas catástrofes: acudiendo a la Justicia, que por algo es el Fiscal General un mandado del Ejecutivo.