2005-02-09

Eritis sicut dei

Si la imaginación, creía Goya, es capaz de crear monstruos, la realidad nos supera. El hombre juega con la naturaleza como si fuera un dios. Inicia un peligroso camino hacia el abismal futuro. Siempre representamos como un abismo lo desconocido, porque necesitamos sentir el terror de la naturaleza.
Si tanto nos horrorizó la inhumana pretensión de los nazis de experimentar sobre seres humanos la alteración de la naturaleza, ¿por qué hoy queremos superar esas atroces experiencias, revistiéndolas de avance científico para mejorar la raza y erradicar el sufrimiento?
La propuesta para superar ese sufrimiento, como cuando superamos un temor pueril, consiste en insensibilizarnos ante el horror. Considerar normal una aberración no es avanzar en la mejora del mundo.