Porqué no votaré a favor en el referendum del día 20 de febrero

Frente a otras opiniones que apoyan el voto favorable, tanto desde la izquierda como desde la derecha, yo responderé en el referendum con un rotundo no.

No porque esté en contra de una construccion de Europa, ni siquiera porque esté en contra de este Tratado para configurarla.

Votaré no, fundamentalmente, por tres razones sencillas:

1. Porque nadie se ha tomado en serio la labor de explicar en qué consiste, qué trascendencia tiene y cómo nos afectará a los ciudadanos este Tratado.

2. Porque mi voto no es relevante para la decisión que se tome respecto a la ratificación del Tratado, sino para confirmar la legitimidad del actual gobierno de España.

3. Porque hay mejores modos y procedimientos no sólo de proponer un Tratado para la Unión Europea, sino -sobre todo- para construir una Europa unida.

En conclusión, mi voto será negativo, por la nula participación ciudadana de los europeos en la redacción del Tratado y la escasa divulgación de sus determinaciones; porque, hurtada la voluntad del pueblo en la construcción de Europa, dejamos de ser, los ciudadanos, soberanos de nuestra historia y pasamos a ser esclavos del futuro que nos crean. Y, especialmente, porque la decisión de mi voto, aun contando con la fuerza democrática de la mayoría, no servirá para determinar la decisión del Estado, del Gobierno.