Sobre la objeción de conciencia
En relación con las reformas legales que el Gobierno Rodríguez propone en la regulación del matrimonio, extendiendo el concepto a las uniones homosexuales, considero perversa también en este caso, la actitud de quienes pretenden actuar contra la historia, contra la moral y las costumbres, con ausencia de toda referencia ética. Lamentablemente ésta es la actitud generalizada que propugna este Gobierno que alardea de talante -¿bueno, malo?, otra vez la ausencia de valoración moral, síntoma o carácter-, de apertura al diálogo, aunque se niega sistemáticamente a escuchar todas las voces discrepantes, a acallar a quienes no aclaman, elogian o asumen entusiasmadamente sus actuaciones.
Sorprende constatar que no hay rechazo a tan manifiesta contradicción entre lo que propugnan y lo que hacen o, sobre todo, cómo actúan.
Rechazan el autoritarismo, la imposición de voluntades, la actuación desde la arrogancia.
¿A nadie sorprende entonces las declaraciones de los ministros Alonso, Trujillo, Salgado, Bono, Moratinos, Montilla, Narbona, Sevilla?
¿Nada que criticar a las actuaciones del Sr. Marín en la dirección de los debates parlamentarios?
¿Negarse a recibir a determinadas asociaciones (colectivos cristianos, asociaciones de víctimas del terrorismo) manifiesta predisposición al diálogo?
Sorprende constatar que no hay rechazo a tan manifiesta contradicción entre lo que propugnan y lo que hacen o, sobre todo, cómo actúan.
Rechazan el autoritarismo, la imposición de voluntades, la actuación desde la arrogancia.
¿A nadie sorprende entonces las declaraciones de los ministros Alonso, Trujillo, Salgado, Bono, Moratinos, Montilla, Narbona, Sevilla?
¿Nada que criticar a las actuaciones del Sr. Marín en la dirección de los debates parlamentarios?
¿Negarse a recibir a determinadas asociaciones (colectivos cristianos, asociaciones de víctimas del terrorismo) manifiesta predisposición al diálogo?
Que no haya movilizaciones sociales enfrentadas con ostentación de violencia o actitudes provocadoras e insultantes, ofendiendo al resto de los ciudadanos, no significa que el comportamiento del Ejecutivo sea impecable, tan sólo que quienes criticamos las malas actitudes y actuaciones del Gobierno, no carecemos de ética, que disponemos de una educación que nos impele a respetar las normas, asumimos la responsabilidad de nuestros actos como ciudadanos, como personas, anteponiendo la dignidad humana a intereses inhumanos -colectivos o sociales- pero buscando el bien común, para mejorar la sociedad, contribuyendo al bienestar social, en el convencimiento de que la sociedad mejora si las personas que las constituyen mejoran, no de otra manera, especialmente si se ignora a las creaturas humanas.
Por todo ello, me sorprende que se amenace, desde el Gobierno, a quienes, por cuestiones morales, se oponen a aplicar las nuevas normas que desde los partidos de izquierda proponen la transformación social de nuestras instituciones.
Y para finalizar copio un párrafo de la entrevista que Zenit ha realizado al Profesor Rafael Navarro Valls sobre la objeción de conciencia a la que están dispuestos a sumarse algunas persona evitando aplicar las reformas legislativas que el Gobierno propone respecto a los enlaces entre homosexuales.
En todo caso, no es de recibo intentar disuadir a los objetores haciendo referencias amenazadoras «a la obligación de cumplir las leyes». Entre otras razones, como autorizadamente se ha dicho, «porque la ley, y su aplicación, están sujetos al respeto a los derechos fundamentales». Entre ellos el de libertad de conciencia. No se olvide que, cuando por estrictas razones de conciencia, se pone en marcha un mecanismo de base axiológica contrario a una ley, estamos ante planteamientos muy distintos de quien transgrede la ley para satisfacer un capricho o un interés bastardo. En el primer caso, el respeto al objetor paraliza los mecanismos represores de la sociedad. Por lo demás, siempre cabe la posibilidad de que celebre la unión objetada otro juez, alcalde o concejal otros funcionarios de idéntica condición cuya conciencia no se vea alterada ante esa celebración.
1 Comentarios:
El negar la libertad de conciencia es otro ejemplo -¿cuátos van ya?- de la "dictadura del relativimos" en la que se ha atrincherado el desgobierno socialista. La Sra. Vicepresidenta, que es Magistrada por gracia del "cuarto turno"- parece desconocer lo que establece el art. 16 de la CE sobre la libertad religiosa, IDEOLOGICA y de culto y que nuestra Constitución, mediante el art. 30.2 estableció un sistema de garantías para que la conciencia fuera preservada incluso frente al juego democrático de mayorías.
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