Un mundo acomodado e insensible
Recopila Stefania, en su formidable blog Free Thoughts, un artículo de Magdi Allam en Il Corriere, en el cual se lamenta de la insensibilidad occidental ante el drama de los atentados continuos en Iraq. Me permito la licencia de transcribir un párrafo de su artículo:
Dopodomani, mercoledì 20 luglio, gli iracheni osserveranno a mezzogiorno un minuto di silenzio per commemorare le migliaia di vittime del terrorismo. Noi occidentali che cosa faremo? E i musulmani nelmondo che cosa faranno? E’ sensato che si inorridisca, si denunci, si reagisca alle bombe di New York, Madrid e Londra, e poi si assista imperturbabili, omertosi, inerti alle stragi di innocenti a Bagdad? Ormai dovrebbe essere evidente che siamo tutti testimoni e vittime di una guerra mondiale del terrorismo di matrice islamica, di natura aggressiva.
Pero no sólo somos insensibles a esa tragedia que, aunque hoy se desarrolla en Iraq, nos afecta a todos, porque se trata de una guerra mundial del terrorismo; también somos insensibles a esos otros dramas cotidianos, pero trágicos y crueles, que llenan de tristeza las almas, envilecen los espíritus y anulan las libertades de toda la humanidad, en todas partes del mundo.
Olvidamos las infames guerras tribales en Kenya, o la guerra en Sudán, las muertes en Etiopía y Somalia, los crímenes en Guinea o el Sahara, incluso pasan desapercibidos los atentados a las puertas de Europa que sólo breves reseñas nos recuerdan cuando S.S. Benedicto XVI los menciona.
Dopodomani, mercoledì 20 luglio, gli iracheni osserveranno a mezzogiorno un minuto di silenzio per commemorare le migliaia di vittime del terrorismo. Noi occidentali che cosa faremo? E i musulmani nelmondo che cosa faranno? E’ sensato che si inorridisca, si denunci, si reagisca alle bombe di New York, Madrid e Londra, e poi si assista imperturbabili, omertosi, inerti alle stragi di innocenti a Bagdad? Ormai dovrebbe essere evidente che siamo tutti testimoni e vittime di una guerra mondiale del terrorismo di matrice islamica, di natura aggressiva.
Pero no sólo somos insensibles a esa tragedia que, aunque hoy se desarrolla en Iraq, nos afecta a todos, porque se trata de una guerra mundial del terrorismo; también somos insensibles a esos otros dramas cotidianos, pero trágicos y crueles, que llenan de tristeza las almas, envilecen los espíritus y anulan las libertades de toda la humanidad, en todas partes del mundo.
Olvidamos las infames guerras tribales en Kenya, o la guerra en Sudán, las muertes en Etiopía y Somalia, los crímenes en Guinea o el Sahara, incluso pasan desapercibidos los atentados a las puertas de Europa que sólo breves reseñas nos recuerdan cuando S.S. Benedicto XVI los menciona.
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